Este viernes en diálogo con Mundo Boca Radio, el “Bombón” Baiano se refirió a su paso por Boca y los recuerdos que le quedaron del fútbol argentino.

“Jugar en Boca es un sueño, más para un brasileño. La gente me aceptó con mucho cariño, hice muchos amigos”

“Cuando me llamó Macri no lo podía creer, en ese momento venía de Las Palmas en España y estaba en muy buen nivel”

“Yo no lo creía, pensé que era una broma. ¡Me tuvo que llamar de vuelta por qué le corté! Cuando me volvió a llamar le tuve que pedir disculpas a Mauricio Macri por qué no le había creído”.

“El negro Ibarra es el mejor lateral derecho de la historia de Boca… imagínate para mí tener que reemplazarlo a él. Cuando entre a la cancha fue tremendo, no podía creer toda esa gente junta”.

“En los primeros entrenamientos yo iba e iba por el lateral derecho… Cascini, Cagna y Schelotto me miraban, hasta que en un momento me agarra Guillermo y me dice: Baiano, vos venís para ser figura de la mitad de la cancha para atrás, no para adelante”.

“Lo del pato Abbondanzieri era impresionante, fue el mejor arquero que yo vi en la cancha y mira que fui compañero de muchos… lo veía atajar cada pelota increíble, yo decía, ¿cómo hizo para atajar esa pelota?”.

“Aquella situación de Desabato con Grafite me jugó en contra, fue un mes muy complicado para mí, me buscaban de todos lados para hablar de ese tema, de Argentina y Brasil para hablar de eso, en una sala de prensa un día había periodistas de todo el mundo

“Los rivales usaban esa situación para sacarme del partido, mis compañeros en ese momento no me respaldaron y yo no estaba muy fuerte de la cabeza para soportar ese momento, los rivales me decían cosas muy feas por una situación que no era mía”.

“Cuando entraba a los partidos la gente pensaba que el que entraba era Grafitte, esa situación me superó, tuve que poner dinero para irme del club, los dirigentes no querían que me vaya pero la situación me desbordaba, yo estaba muy nervioso, por eso pedí irme”.

“Jugué en el Morumbi, en el Bernabéu, en el Camp Nou pero ninguno se compara a la Bombonera, es única. La gente de Boca es única, jugar ahí es incomparable”.

“A cualquier jugador Brasileño le recomendaría venir a Boca, que no lo dude. Hoy me arrepiento de haberme ido, de no soportar ese mes tan duro que me hizo irme del club”.

“Cuando hice ese gol en La Bombonera pegué un pique tremendo para saludar al masajista, que me había puesto a punto para ese partido y mis compañeros me cargaron porque no podían creer que pegara ese pique a los 47 del segundo tiempo”.

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